El primer convento andaluz fue el de Gibraleón (1306 - 1320),
fundado por los infantes de la Cerda; desde esta ciudad onubense los Carmelitas
fundan en Sevilla (1358), patrocinados por el Rey D. Pedro I. Más tarde y en
torno a la capital se erigen los conventos de Escacena del Campo (Huelva) en
1416, y en Ecija (Sevilla), en 1425. En 1498 estas cuatro casas quedan
separadas de la Provincia de Castilla y se erigen en Provincia propia por bula
del Papa Alejandro VI del 26 de febrero de 1498.
Aun siendo la más joven
Provincia de la Región Ibérica, la Bética muestra bien pronto una gran
vitalidad contando a mediados del siglo XVI con dieciséis conventos. La Bética
contaba por aquel tiempo con 25 conventos, número con el que llegó a la
Exclaustración de 1835.
Suprimidos todos los
conventos y expulsados sus religiosos con la exclaustración en España, con
algunos religiosos exclaustrados se inició la Restauración en Palma de Mallorca
hacia 1877 y culminaría en abril de 1880 con la apertura oficial de Jerez de la
Frontera (Cádiz), el primer convento restaurado del Carmelo en España. Este
convento ha sido la referencia de la Provincia Bética por ser foco de fervor
mariano centrado en la Basílica de Nuestra Señora del Carmen Coronada, casa
Noviciado y casa de formación durante muchos años hasta nuestros días y lugar
donde se publica de la Revista Escapulario del Carmen. Desde Jerez se
restauraron no sin gran esfuerzo las casas de Onda (Castellón), Caudete
(Albacete), Hinojosa del Duque (Córdoba), Osuna (Sevilla). En el Capítulo
General de 1889 quedó erigida la Provincia de España con el título del
Santísimo Nombre de María.
Esta
joven Provincia inicia la restauración del Brasil con grandes dificultades,
consiguiendo, no obstante, la recuperación de varios conventos que sin duda la
Orden hubiera perdido (São Paulo, Río, Recife, Bahía). En 1906 la Provincia
española, con sus conventos brasileños, quedó dividida en dos: la Bética y la
de Aragón y Valencia. Ambas Provincias prosiguieron juntas en la obra
restauracional brasileña con la ayuda más tarde de Holanda en la Provincia de
Río.
La
Bética siguió contribuyendo en la restauración de otras Provincias como la de
Polonia, entre 1925 y 1939, y la de Portugal entre 1930 y 1954. La Guerra Civil
del 1936 - 1939, aunque sólo en alguna zona de Andalucía fue extremadamente
cruel, hizo perder a diez de sus miembros, hoy próximos a la beatificación.
En
1954 se fundó en Venezuela, actualmente Comisariado Provincial, con varias
comunidades y una Casa de Espiritualidad y Formación en Mérida y prometedoras
vocaciones. Más tarde la Provincia fundó en Colombia. En 2001 la Provincia
fundó en Burkina Faso (África Oeste) contando en la actualidad con las casas de
Ouagadougou y Bobo-Dioulasso y un numeroso grupo de formandos. En la animación
misionera de este último lugar participan muchos laicos.
De
algunos de los 11 monasterios de Monjas de la Provincia, que actualmente forman
la Federación ‘Mater et Decor Carmeli’, han salido monjas para fundar en
Filipinas y en Kenia.
Actualmente
la Provincia Bética tiene religiosos trabajando en España,
Venezuela, Burkina Faso e Italia.
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